Aquel inolvidable día de agosto del 2020, el primer día juntos (hasta que por fin luego de tantos años se animó a venir) Y ahí estaba tranquila, relajada. Pero sabía que esa tranquilidad iba a tambalearse pronto. Porque allí estaba ella, morena y atractiva y seductora, su cercanía provocaba bastante calor en mí, como un carbón grande hecho brasa, ardiente delante de mi, que aunque no me está quemando directamente, me está acalorando y me hace sudar y hace que mi cuerpo y mi sangre hierva y si decido acercarme más, sin duda me quemaré.
Yo mirando fijamente e imaginado succionar ya sus pezones de esos pechos, aunque chiquitos, pero bonitos y erectos. Ella no soporta su seriedad o su silencio y se sonríe con esa inocencia de quién se ama presa. Y presa la haría. Toda mía, vuelvo a pensar.
Por fin! ella está aquí, si aquí en mis cuatro paredes. Un anhelo y deseo de varios años (demasiadas las excusas, para exponerlas aquí).
Ahora a su edad, veo que se puede sentir segura, me encanta!. Sucede que ya maduró y es ahora una mujer independiente, dueña de sus emociones y control total de sus acciones y estoy seguro ni una duda le estropea sus también traviesos deseos, porque puedo percibir que ella también lo desea y está convencida, sin importar las consecuencias, lo que va a pasar. No la asustan como si la asustaban cuando la conocí y tenía 18 años.
Nervios, nervios y más nervios. Si yo!
Me encanta su rostro angelical y esa mezcla de color que entre juventud y madurez me transmite su ternura, su presencia.
Sigo meditando...
Debe ser divina ya en el terreno (en la alcoba), pienso sin haber empezado nada. Se ve seductora. La siento muy sensual. El brillo sexual que me inspiran sus ojos café y esos rulos echos por un artista me arrastra hacia una espiral de insinuaciones sexuales que difícilmente voy a poder contener.
Entonces! no lo dudo ni un instante más. Y me abalanzo a abrazarla y a besarla apasionado, cogiendo su cabeza por la parte de atrás por entre sus rulos. Estoy nervioso, sin duda, pero trato de imponer mi firmeza, para que ella se sienta segura y me corresponda y confíe en mi iniciativa. Es toda una mujer (de 26 años) y podría apostar no le gustan los hombres con titubeos o los chibolos (jovencillos) que le dan muchas vueltas al asunto.
Percibo que tiene ganas de decirme : "Hey!! que te pasa?". Pero sabe que ya no es edad para estar con ello o esas expresiones y no le queda más que abrazarme y me aprieta y me corresponde y me besa apasionadamente. Abre su boca y casi como que me come mi boca y se recuesta sobre mi y presiona sus pechos con el mio y de vez en cuando me aprieta apasionadamente mientras me sigue besando. Se siente delicioso.
Decido bajar mis manos desde su cabeza a su cuello y paso a frotarle y sobarle su espalda y veo como ella comienza a excitarse y a sentir que su sangre fluye cual caudal del río de las montañas, con fuerza arrasando con todo, desde su cabeza pasando por su espalda, hasta la puntas de sus pies y cual sangre regresa y vuelve a fluir y ella empieza a sentir la piel alborotada, lo concluyo por la intensidad y algo que emana (energía) puedo percibir en su piel y por la fuerza que pone cada vez que me sigue besando.
Bajo mis manos hasta sus glúteos y se los aprieto un poco con mis palmas y ella se detiene de estarme besando y jade con una expresión diciendo "Ahhhh" humahahh" y me sigue besando y de pronto me mira a los ojos y me hace como una seña, como diciendo: "ahora si sigue, ahora besa mi cuello y mi pecho es tuyo". Me lo dice con con la mirada y su gesto.
Y así empiezo a lamer su cuello cual macho salvaje, con mucha sensualidad, con fuerza y en ratos con delicadeza. Siento que estoy interpretando una pieza musical, de esas que en ratos suena intensa y en ratos se baja el volumen. Pero esa variación hace que encaje bien con nuestras emociones.
Cuando voy besando y lamiendo su cuello para bajar a su pecho que por cierto está bien caliente y se puede sentir los latidos fuertes de su corazón que están bombeando sangre u oxigeno a cada rincón de su cuerpo. Cojo sus rulos por la parte de atrás de su cabeza y le hago sentir mi fuerza con una mano y con la otra presiono su abdomen y su vientre hacia a mi con fuerza, mientras sigo besando su pecho tan delicioso, que vuelvo a subir la mano para bajar un poco su blusa y ahí mientras olfateo sus pechos, por fin mis labios tocan uno de sus pezones y siento su respuesta como un choque de electricidad y se los voy rosando con mis labios entre toque y toque hasta que termino con su pezón dentro de mis labios succionando con fuerza, hasta que ella (la morena hermosa) se retuerce de placer y excitación y ahí estoy succionando rico su pezón que hace que ella más junte su abdomen y su vientre hacia a mi como apretándome.
Le suelto los rulos y ahora meto mis manos entre su blusa y empiezo a acariciar su espalda y ella corresponde con sus dedos tocas mis hombros y me aprieta con sus palmas, acaricia mi rostro y me besa la frente, mientras yo sigo como confundido, pero seguro y deleitándome mientras succiono sus dos pechos.
Siento que ella ahora quema más mucho más y se siente acalorada y siente que la blusa que tiene puesta ahora pasa hacer un estorbo y que lo mejor sería quitársela. Adivino su pensamiento y se la saco sin titubeos y sin preguntar, algo salvaje, pero a la vez delicado.
A partir de eso, ella sabe que la cosa está consumada y no hay vuelta atrás. Es feliz y no se arrepiente y si eso pasara, no es algo que ahora le importe, porque sabe que la vida se vive una sola vez y las oportunidades son únicas.
Ahora sin blusa, yo le retiro el brassier y veo como ella siente frescura combinada con su calentura, es rico lo que siente mientras yo empiezo a besarle todo el tronco corporal, sus pechos su espalda.
De pronto con una mano mientras una permanece cogiendo su espalda, paso la otra entre sus piernas y puedo sentir como quema y como se ha mojado. Esta empapada y ella lo sabe. Piensa que es muy pronto, pero no lo evita y solo se deja llevar. De pronto vemos la cama cerca, la miramos y coincido que es buena idea ir ahí y seguir todo esto tan rico, pero ya en otros términos
Mejor dicho, entendemos que debemos desvestirnos
La acuesto a ella en la cama y le saco su pantalón y mientras se lo saco, quedo impresionado de su piel morena combinada con sus rulos y esa forma simétrica de morena que posee. Luego mientras ella se acaricia su cuerpo y se muerde los labios, yo aprovecho a quitarme mi ropa.
Por fin llegó este momento, recuerdo que todo empezó con el embrujo de una deliciosa zarza de cebolla, cuando la vi por primera vez, varios años atrás. Mientras ella la preparaba, yo la alucinaba, viéndola de espaldas y decía que morena para más bonita.
Y aquí estoy ahora, con ella totalmente desnuda, viendo como están de mojada su entrepierna y yo también, mi erección es tan fuerte que me hace sentir bien y ella lo ve y supongo se siente elogiada.
De pronto ella acostada, yo voy subiendo sobre ella y acercándome a sus pechos nuevamente y siento el olor de su perfume natural de su piel morena...y empiezo a besarla otra vez, pero delicado y ella esta totalmente entregada. Me hace sentir realmente su dueño, quizá para que haga lo que yo quiera y como quiera, En pocas palabras es mía y ella está libre de prejuicios y de miedos, está segura, se siente bien, estoy seguro lo está disfrutando.
Lo entiendo y la beso deliciosamente mientras la punta de mi falo roza su vulva cual empapada y caliente, siento descargas de electricidad, cada vez que con mi punta le rozo sus labios vaginales, Ella lo siente y aumenta su flujo húmedo. Puedo palpar que su vagina se abre solita como diciendo, cuando quieras... y justo vuelvo a rozar mi punta sobre su entre pierna para sentir ese instante de electricidad y siento que ella se estremece. Lo disfruto.
Así que creo llegó el momento oportuno, me acomodo, aprieto con mis manos sus manos recostadas a cada lado de ella en la cama y entrecruzo mis dedos con los de ellas. Retiro un poco mi falo de su pelvis y levanto mi trasero como tomando algo de firmeza y ella abre sus piernas acomodadas, lista! para ser penetrada. Su vagina está mojadita y lista para entragarme su intimidad y así ocurre.
En ese momento siento tan intenso el placer que siento que nos perdemos de excitación, veo que los dedos de sus pies se recogen y su respiración se acelera y jadea tan rico, que no le importa que sus ruidos sean escuchados por los vecinos. A mi tampoco para ser sincero.
Está tan excitada que no ha pasado mucho tiempo y se viene en su primer orgasmo. Yo estoy anodadado... pero a la vez preocupado que ya no quiera continuar. Pero sigue y siento que esta vez, va más intensa. Siento su intensidad que me muevo más rico para ella y me pierdo en ella o mejor dicho nos perdemos que con solo recordar al escribir aquí, me excito y evito seguir escribiendo.
Así que escribiré la otra parte para una próxima publicación si es que me dejan comentarios, de que quieren la otra parte.
Comentarios
Publicar un comentario